¡Hola! Si has aterrizado en esta página es muy buena noticia... ¡te casas! y me encanta que me hayas encontrado. Por si todavía no me conoces, te explico un poquito sobre mí, y el gran equipazo que me acompaña en tu gran día.

Soy Cristina Illán, y hace más de 12 años decidí que no podía vivir sin una cámara al cuello. Al poco tiempo, me di cuenta que las bodas serían mi mayor motivación, ya que, no te engaño, soy romántica empedernida y sentimental de nacimiento, así que, imagínate lo que disfruto en un evento semejante y lo feliz que me hace sentir.

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Mi  de trabajar es muy sencilla: vivo el momento y dejo que lo viváis, me adapto a cada situación huyendo de cualquier posado que os haga no ser REALES, porque el resultado tiene que ser lo más mágico posible, pero con los pies en la tierra. Soy exigente (conmigo misma), organizada y estructurada, porque, por muy dulce o romántica que sea, el "Gran día" requiere mucha experiencia y perspicacia.

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Me enamora disparar bajo la luz del atardecer mientras capto vuestras miradas, sonrisas cómplices y vuestra química. En vuestro gran día consigo escaparme entre los invitados para que todo siga su curso natural y así, siendo una más, se consiguen los mejores resultados. Mi objetivo es que, cuando veáis vuestras fotografías y vídeo, se os escape la mejor de las sonrisas, viendo cómo hemos conseguido inmortalizar cada detalle, cada momento, que por los nervios del gran día, quizá, se os pasaron de largo. Lo más importante para que todo esto suceda, es que conectemos, que seamos un equipo y que caminemos en la misma dirección -desecho la etiqueta "proveedor"-.

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A continuación quiero dejaros un pedacito de nosotros, y de algunas de las parejas que confiaron en nosotros y las llevaremos siempre en nuestro corazón, porque una boda, no se olvida nunca.

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Si todo esto te ha gustado, ¿tomamos un café?